El
marco lo amerita, la ocasión lo amerita… Cada año soy testigo de dos eventos
únicos y agradables, bondadosos para animar las almas más tristes o desgastadas
por el estrés, la presión o el aburrimiento; es simplemente admirable la forma
de disfrutar una cita distinta a nuestras abrumadas y a veces caóticas
convenciones; sin embargo, no está alejado de algunas cuestiones realmente malas
o que, tendrían que pasar desapercibidas, como el hecho de que sigan llegando
gente que no entiende que en ese lugar lleguen los cosplayers o personas que
tomen a juego el hecho de llegar a un escenario oriental con intentos de
espadas o trajes, eso simplemente es una falta de respeto a una cultura que
hemos abrigado con cariño, pero hay algunos que confunden el fanatismo extremo
con el amor a un arte.
Fuera
de esto, no hubo tanta aglomeración de gente, al menos caminando, ya que, se
movió la zona del pasillo rumbo al escenario a las zonas de jardín; incluso se
extrañaron las filas de gente, ahora eran filas de autos buscando estacionarse;
el recorrido acostumbrado empezó por la casa de cultura en donde se exponen los
maravillosos trabajos de los niños que han aprendido el arte del dibujo por
parte de la profesora Midori Suzuki; podíamos encontrar desde frutas, personas,
árboles, vehículos, adelitas y conceptos de cubos o figuras poco vistas,
expuestas por pequeñines desde los 4 a los 12 años de edad; simplemente te
llegan al alma de tan sólo apreciarlas y recordar como de niño uno desarrollaba
los garabatos en una simple hoja de papel. También se encontraban las
exhibiciones sobre los días del niño y de la niña, representadas por el arreglo
especial que se hace para el festejo del Hinamatsuri(Niñas) y el Kabuto, es
decir, el sombrero de samurái, el cual dio origen a la festividad del Kodomo;
por si fuera poco, afuera del recinto se realizó un taller de origami donde se
podían realizar el Kabuto con papel periódico.
En
cuanto a actividades, el marco siempre nos ofrece cosas interesantes, donde las
dos culturas, tanto la oriental como la mexicana siempre nos llevan por el
marco de los bailes y los sonidos más tradicionales; debo decir que, la
conducción de Yumiko y el payaso Vicorin nos ofrecen un ambiente ameno,
agradable y adecuado para una celebración así, a pesar de que, los niños
estaban muy inquietos tapando varios de los espectáculos; algo que fue novedoso
en esta ocasión fue ver a los animales, en este caso, a las aves perfectamente
domesticadas, como las águilas, las cuales volaron y desarrollaron un buen
show, tomando en cuenta que son especies en peligro de extinción y durante el
evento se hizo extenso el aviso de que no son mascotas y de la importancia de
la preservación de dichos seres vivos; por cierto que, el invitado de lujo fue
el águila real que vuela en los partidos del Club América.
Así,
los chicos del Liceo Mexicano-Japonés se encargaron a través de sus tambores y
sus bailes de dar lo mejor de si en el escenario; por si fuera poco, esta
generación de bailarines se graduó de dicho evento después de 3 años de
participación; las exhibiciones de artes marciales no podían faltar y la profesora
Izumi se encargo de dar otra lección de cómo aplicar dichos recursos no como un
arma para matar, sino para defenderse en casos necesarios, lo mismo que pasó
con la exhibición de Karate y el uso del Bo; los tambores de Okinawa
continuaron con la maravillosa tarde la cual reflejaron en sus interpretaciones
como Kaze o Asadoya. Durante algunos lapsos, las dinámicas del payaso Vicorin
amenizaron muchísimo al público, haciéndolos participar en singulares juegos
donde muchos se llevaron desde juguetes como muñecas, pelotas, juegos de mesa
hasta árboles y dulces.
El
género Idol también se presentó en el evento con el grupo Amai Himawari, las
cuales cantaron en varios remixes y en los cuales, hicieron participar a la
gente a través de listones de colores y con el sequito de Wotas animando en el
fondo, momento que fue del gusto de muchos aunque otros más no entendían lo que
pasaba en el templete, pero igual, ya es parte de estos eventos este género;
para cerrar con broche de oro, un verdadero artista que siempre demuestra su
talento, sus ganas de sobresalir, la armonía y sus excelsas notas es el sensei
Saburo Iida, que, con nuevos sonidos y un nuevo instrumento bajo su brazo(es
decir, una flauta) armonizo a más no poder a los presentes en temas como “Lágrimas
de Hada”, “Sakura Sakura”, así como los remixes de anime y videojuegos.
Por
cierto que, también el tema de los primeros auxilios estuvo presente con un
taller gratuito en donde se demostró como dar RCP a una persona, como escapar
de un incendio, como vestir en caso de una amenaza así y otras enseñanzas de
nivel básico; con los juegos, la comida, las bodas en el registro civil y un
ambiente con un clima agradable, terminó este Kodomo no Hi en su edición 2014;
fuera de los pequeños detalles que ya mencione, creo que fue una buena cita,
una gran reunión con algunos amigos y como lo decía, una válvula de escape para
la presión y el estrés; yo siempre estaré agradecido con este tipo de galas,
realmente hacen falta que nuestros eventos tengan algo de esto. El camino del
guerrero solitario, a través de la cultura japonesa, continua…
Varias fotos cortesía de: Guillermo Ramirez Segundo(Jolly Roger)
Varias fotos cortesía de: Guillermo Ramirez Segundo(Jolly Roger)
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